Jugar con las nubes… O de la imaginación

Cuando jugamos con las nubes nos permitimos ver cosas nuevas, que tal vez no estén allí y, al hacerlo nuestra realidad se altera y abrimos nuestra imaginación para descubrir esas novedades en algo que está “allá arriba”. Así como nos pasa con las nubes, puede pasarnos en la vida diaria: en la universidad, en el trabajo, con la familia. Sólo hay que desbloquear el camino, permitirse transitarlo.

Pensar en imágenes es una posibilidad que tenemos para entrenar nuestro cerebro y darle una perspectiva distinta a nuestros pensamientos. Como en el cine, que una película está hecha de imágenes (visuales y sonoras) que se complementan entre sí y recrean situaciones que tienen múltiples posibilidades. Tenemos la imaginación para ver o pensar en imágenes y llenarnos de información. Luego entonces, estamos en capacidad de generar el pensamiento creativo, que es el resultado de imaginar con la suficiente información. Puede ser innato a un individuo pero siempre puede ser formado, entrenado, trabajado.

La creatividad no está directamente relacionada con la inteligencia, aunque no lo parezca son dos características distintas. Hay casos de personas muy inteligentes y poco creativas y personas creativas poco inteligentes. Pero culturalmente hemos subestimado la imaginación del adulto y los adultos podemos imaginar.

Así que podemos darnos la oportunidad de salir de nuestra rutina y comenzar a imaginar para crear realidades que nos complazcan y nos ofrezcan nuevas posibilidades con nosotros mismos y con nuestro entorno.