Las propuestas que contiene este libro [Improvisación para la vida -PERO- en la práctica] vienen de una combinación de ámbitos en los que nos hemos desenvuelto. En primer lugar, la escena. En el mundo escénico la improvisación se toma como una técnica que permite construir historias que previamente no han sido preparadas. De la improvisación escénica han surgido muchos de los conceptos y ejercicios que encontrarás en el libro. Y nacen, además, en un contexto muy claro: las personas que asisten a los espectáculos han pagado un dinero porque esperan entretenerse y divertirse; esa expectativa genera una línea de acción que hace llevar el show siempre hacia adelante. Las personas que brindan el espectáculo deben estar siempre en conexión, actitud y disposición a que la historia surja, se enriquezca y siga un camino coherente.hacia adelante. Su motivación son la sorpresa, las risas y la atención de los espectadores. Para lograrlo entrenan constantemente. Muchos de los ejercicios de entrenamiento los encontrarás acá, si bien aplicados a contextos no-escénicos. Sin embargo, es probable que en alguna página te sugiramos que la vida cotidiana se puede entender como un gran teatro donde hay situaciones (algunas veces, incluso, situaciones dramáticas), hay personajes (roles )y hay escenarios (lugares donde la vida ocurre).

En segundo lugar, la experiencia que acumulamos acompañando procesos formativos en organizaciones. En ese encuentro hemos visto que, en efecto, los ejercicios, los conceptos y las herramientas de la improvisación escénica cobran relevancia en el mundo cotidiano con las personas en su vida diaria. 

Así que vas a tener un libro que mezcla información proveniente de dos ámbitos, pero la traduce en cosas que sean relevantes para tu horizonte de acción. Asumimos que ese horizonte es la vida cotidiana, pues en “vida cotidiana” tanto podemos incluir un día de oficina, un fin de semana en familia, una visita al cine o una cena con amigos.